Capitulo 1
El deporte es un juego en el que gana uno y los demás pierden. Además, ese uno no siempre gana, por lo que en el deporte lo normal es perder. Para Lorenzo Esplá, en cambio, los deportistas generalmente ganan. Claro que para él ganar es darlo todo, esforzarse al 100%, luchar por merecer la victoria. El resultado del partido ya es otra historia.El deporte es un juego de perdedores. Lorenzo Esplá es el profesional, fue un buen jugador de tenis y ahora es un excelente entrenador supongo que sabría d elo que hablaba cuando se dirigia a sus jovenes tenistas felicitandoles por su maravilloso juego.Pierden el partido si pero ganas su maravilloso juego Juan y Manolo, los protagonistas de esta historia, dicen que no juegan para ganar, ni para ser mejores que nadie,si no para apreder,llegar a un nivel mas alto y algun dia poder llegar a lo mas alto.Lorenzo Esplá ya les ha inculcado que ganar o perder el partido no es lo que cuenta, sino esforzarse al máximo en cada punto.Hoy todo es diferente, hemos endulzado tanto el fracaso que para muy pocos merece la pena dejarse la piel en algo. Hagas lo que hagas vas a tener una palmadita en la espalda. Juan y Manolo no son así, son chicos espartanos. Su vida es el tenis. Desde que se levantan hasta que se acuestan conviven con raquetas, cordajes, grips, pelotas, raqueteros, agujetas, tendinitis, vendajes… y su omnipresente entrenador Lorenzo Esplá.El resto de las semanas tienen una tarde libre si no hay competición. No sólo es estricta su disciplina en los horarios y en los entrenamientos, también en su alimentación. Unos como Juan lo llevan bien, son así de metódicos en su cabeza o se adaptan a la perfección a este
régimen de vida tan especial, otros como Manolo lo llevan regular.
Capitulo 2
II
Les sitúo en esta historia porque mañana Juan y Manolo se enfrentan en un partido trascendental. Han jugado cientos de veces y se conocen mejor que hermanos, porque lo son de sangre y de cancha. Juan es el mayor, Manolo el benjamín.Desde hace cuatro años entrenan y conviven junto a otros chicos en esta residencia de alto rendimiento para jóvenes promesas del tenis mundial. No es fácil acceder a este lugar, se necesita mucho talento y dinero. o es de los que exprime a sus jugadores, todo lo contrario, los enseña constantemente. Hace dos años en el Campeonato de España cadete, Juan era el indiscutible favorito, muy superior a todos sus rivales. Cuando perdió en la final muchos se extrañaron. Pocos fueron los que observaron que Juan jugó todo el campeonato con unas reglas “diferentes” impuestas por Lorenzo Esplá. Yo también vivo aquí con ellos, aunque mis condiciones son bien distintas. A veces los chicos parecen esclavos, atados a su estricta disciplina mientras los demás entramos y salimos a nuestro antojo. Sin embargo, aquí son los auténticos reyes porque todos trabajamos para ellos. Cocineros, fisioterapeuta, limpiadora, doctora, monitores… Su rivalidad viene de tiempo atrás, el día que Juan se proclamó campeón de España alevín, su hermano Manolo manifestó a sus padres que él también quería ser tenista. En plena celebración por el título del hermano su padre interrumpió las conversaciones para anunciar a todos los asistentes la gran noticia que durante tanto tiempo anheló oír.Su hermano batió sus récord de precocidad y lo mejoró ganando lo que él nunca ganó. Juan gana más partidos al año, ya digo, pero Manolo gana algunos de los torneos más prestigiosos. Al principio creí que se admiraban mutuamente, porque las virtudes de uno son las debilidades del otro.
Capitulo 3
No me gusta el tenis, pero que quieren que les diga, con estos hermanos de vez en cuando me pica el gusanillo o el morbo, llámenlo como quieran. Me atrae ver jugar a ambos, a Manolo porque es la frescura, la improvisación, la creatividad sobre una pista de tenis. Cuando los veo entrenar comprendo mejor el talento de cada uno. Si tiene que colocar 20 paralelos de revés en un aro pegado a la línea de fondo, mete 18 y dos se le quedan cortos. Así, serie tras serie, no falla. En cambio, Manolo en el mismo ejercicio, mete 14, dos se le quedan cortos, dos largos, y los otros dos, uno no pasa de la red y el otro lo manda fuera de la pista en la primera serie. En la segunda y tercera serie nos deja pasmados a todos con 20 de 20 dentro del aro con 14 sobre la línea, para en la última acertar solamente 5 dentro del aro. El talento de Juan es la constancia. Su análisis permanente de su juego y de sus rivales es comparable al de una computadora de esas que juega al ajedrez. Su memoria resulta prodigiosa, al final de un partido o entreno te puede decir con un margen de error mínimo los errores no forzados que ha cometido, el porcentaje de primeros servicios suyos y de su rival.Sabe que si se encuentra enchufado va a divertirse y deleitar a todos con su tenis mágico, en cambio, teme que si la bola empieza a no entrarle, se incomoda y no hay nada que hacer, se rinde sin más. No es un jugador de recursos, en absoluto. invencible.
No les he hablado de Manolo como estudiante, aunque seguro que se lo imaginan. Vago, desordenado y desinteresado.La actitud ante los estudios dice mucho de una persona, también de un deportista que sabe que su vida no va a depender de ellos. Estudiar es similar a entrenar. Se trata de superar obstáculos, de demostrar tus conocimientos o habilidades. Es un reto en el que brilla la competitividad de cada uno.
Capitulo 4
Hace poco Juan aprobó la selectividad, nadie se sorprendió. Juan lleva sus estudios de la misma manera que su tenis, con tenacidad y excelencia. Ese mismo día Manolo perdió un partido que tenía encarrilado ante un rival muy inferior.. Todos eran conscientes del rapapolvo que se le avecinaba a Manolo con la famosa técnica del sándwich, elogio, reprimenda, elogio. El mismo Manolo en su petulancia ridiculizó a Lorenzo Esplá una vez que este abandonó el comedor. El debate se centraba en si su irregularidad se debía a la suerte, al azar, o es que no sabía competir, por falta de concentración. Para Lorenzo Esplá no había lugar para el debate en público, era joven y estaba en proceso de formación. Aquel día para su hermano Juan estaba claro, Manolo no era un buen deportista. bueno, todo lo demás sucedió muy rápido. Manolo no es de lo que se sobrecogen y pasó directamente al ataque recriminándole también todo lo que llevaba tiempo pensando y nunca le dijo. Que si era un iluso que buscaba una perfección que no existe, que si era un cobarde que nunca arriesgaba para ganar, que si era… Juan por primera vez desde que llegó a la residencia faltó a un entrenamiento y Manolo hizo un entrenamiento completo entregándose a tope. Desconocemos como se formalizó el duelo. Fue un inquieto Lorenzo Esplá quien me informó de él. Se han retado en el campeonato junior. El que pierda deja el tenis. Me quedé confuso. Solté un cómo, que no sabía si era interrogativo o exclamativo.Un escritor bélico escribió que cuarenta años después de una batalla es fácil para un combatiente razonar sobre cómo se debería de haber peleado. Otra cosa es, en persona y bajo el fuego, dirigir la lucha mientras se está envuelto en un humo oscurecedor. Al salir de la pista fue cuando se abrazaron. Lorenzo Esplá estaba muy triste, aunque nunca lo dijo siempre pensó que Juan sería el número uno, porque poseía todo lo que no se puede enseñar: entrega, estabilidad emocional, superación. Juan triunfará en lo que se proponga porque sabe lo que es el esfuerzo y el sacrificio, como demostró al sacrificar su vida de tenista profesional en beneficio de su hermano, del que sabía que si no triunfaba en el tenis no lo haría en nada más por su falta de compromiso. Juan es un ganador nato, aunque a veces se oculte a la sombra de la victoria.